Consecuencias de la COVID-19, en datos: Gran aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV), especialmente entre ciertas poblaciones

//Consecuencias de la COVID-19, en datos: Gran aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV), especialmente entre ciertas poblaciones

Consecuencias de la COVID-19, en datos: Gran aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV), especialmente entre ciertas poblaciones

Consecuencias de la COVID-19, en datos: Gran aumento de las muertes por enfermedades cardiovasculares (ECV), especialmente entre ciertas poblaciones [the_ad id=”28610″]

Puntos destacados del informe:

  • Murieron más personas por causas relacionadas con el sistema cardiovascular en 2020, el primer año de la pandemia de la COVID-19, que en cualquier año desde 2003, según los datos informados en la Actualización de estadísticas de 2023 de la American Heart Association.
  • El mayor aumento en el número de muertes se observó entre las personas asiáticas, de raza negra e hispanas.
  • Si bien los efectos de la pandemia en las tasas de mortalidad pueden notarse durante varios años, las lecciones aprendidas ofrecen importantes oportunidades para abordar los problemas estructurales y sociales que generan las disparidades de la salud, según los líderes de la Asociación.

Prohibida su divulgación hasta las 4 a. m. CT/5 a. m. ET del miércoles, 25 de enero de 2023

DALLAS, 25 de enero de 2023 — El número de personas que mueren por enfermedades cardiovasculares (ECV) en los EE. UU. aumentó durante el primer año de la pandemia de la COVID-19, de 874,613 muertes relacionadas con ECV registradas en 2019 a 928,741 en 2020. El aumento en el número de muertes por ECV en 2020 representa el mayor aumento en un solo año desde 2015 y superó el máximo anterior de 910,000 muertes registrado en 2003, según los datos más recientes disponibles de la Actualización de estadísticas sobre enfermedades cardíacas y derrames cerebrales de 2023 de la American Heart Association, una fuerza global cuyo objetivo es una vida más saludable para todos, que se publicó hoy en la revista profesional insignia de la Asociación revisada por pares, Circulation.

“Si bien el número total de muertes relacionadas con ECV aumentó de 2019 a 2020, lo que puede ser aún más revelador es que nuestra tasa de mortalidad ajustada por edad aumentó por primera vez en muchos años y en un relativamente elevado 4.6 %”, afirmó la presidente voluntaria del grupo de redacción de la Actualización de estadísticas, Connie W. Tsao, M.D., M.P.H., FAHA, profesora adjunta de medicina en Harvard Medical School y cardióloga asistente en Beth Israel Deaconess Medical Center en Boston. “La tasa de mortalidad ajustada por edad tiene en cuenta que la población total puede tener más adultos mayores de un año a otro, en cuyo caso se podrían esperar mayores tasas de mortalidad entre las personas de edad avanzada. Aunque nuestra cantidad total de muertes ha aumentado lentamente durante la última década, hemos visto una disminución cada año en nuestras tasas ajustadas por edad, hasta 2020. Creo que esto ejemplifica lo que ha estado sucediendo en nuestro país, y en el mundo, en vista de las personas de todas las edades afectadas por la pandemia de la COVID-19, especialmente antes de que las vacunas estuvieran disponibles para reducir la propagación”.

Los mayores aumentos en el número total de muertes relacionadas con ECV se observaron entre las personas asiáticas, de raza negra e hispanas, las poblaciones más afectadas al comienzo de la pandemia, lo que puso de manifiesto las crecientes disparidades estructurales y sociales.

“Sabemos que la COVID-19 ocasionó grandes daños, y los datos preliminares de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. han demostrado que hubo un aumento sustancial en la pérdida de vidas por todas las causas desde el comienzo de la pandemia. Que esto probablemente se haya traducido en un aumento en las muertes relacionadas con enfermedades cardiovasculares en general, si bien resulta desalentador, no es una sorpresa. De hecho, la Asociación predijo esta tendencia, que ahora es oficial”, expresó la presidenta voluntaria de la American Heart Association, Michelle A. Albert, M.D., M.P.H., FAHA, catedrática subvencionada en Cardiología de Walter A. Haas-Lucie Stern, profesora de medicina de la University of California, San Francisco (UCSF) y decana de Admisiones de la Facultad de Medicina de la UCSF. “La COVID-19 impacta tanto de manera directa como indirecta en la salud cardiovascular. Como sabemos, el virus está asociado con nuevos coágulos e inflamación. También sabemos que muchas personas que tenían síntomas nuevos o existentes de enfermedades cardíacas o ataques cerebrales se mostraron reacias a buscar atención médica, en especial al comienzo de la pandemia. Esto resultó en que las personas presentaran problemas cardiovasculares en etapas más avanzadas y necesitaran un tratamiento más agudo o urgente, mientras que en otras circunstancias podría haberse tratado de afecciones crónicas manejables. Lamentablemente, esto parece haberles costado la vida a muchas de ellas”.

Según Albert, quien también es directora del Centro para el Estudio de la Adversidad y las Enfermedades Cardiovasculares (Centro NURTURE) en la UCSF y líder reconocida en la investigación sobre la adversidad y la equidad en la salud, los mayores aumentos en el número de muertes por enfermedad coronaria entre adultos de las poblaciones asiática, negra e hispana parecen correlacionarse con las personas infectadas con mayor frecuencia por la COVID-19.

“Las personas de las comunidades de color fueron de las más afectadas, particularmente al principio, a menudo debido a una carga desproporcionada de factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión y la obesidad. Además, existen consideraciones socioeconómicas, así como el impacto continuo del racismo estructural en múltiples factores, incluida la limitación de la capacidad de acceder a cuidados de salud de calidad”, explicó Albert. “La American Heart Association respondió rápidamente al comienzo de la pandemia para abordar el impacto de la COVID-19 y centrarse en la equidad en la salud para todos. La Asociación lanzó las primeras subvenciones de investigación de respuesta rápida para convocar a la comunidad de investigación a cambiar rápidamente la ciencia transformadora; estableció un registro hospitalario de ECV causadas por la COVID-19 a través de la iniciativa de calidad Get With The Guidelines®; y también se comprometió de una manera sin precedentes a abordar activamente los determinantes sociales, mientras trabajaba para apoyar y mejorar la equidad en la salud de todas las comunidades. Nosotros empoderamos un cambio real que salvará vidas”.

Las enfermedades cardiovasculares, en general, incluyen la enfermedad coronaria, el ataque cerebral, la insuficiencia cardíaca y la hipertensión/presión arterial alta. La enfermedad coronaria incluye arterias obstruidas o arteriosclerosis del corazón, que puede causar un ataque cardíaco. Conocida generalmente como “enfermedad cardíaca”, la enfermedad coronaria sigue siendo la principal causa de muerte en los EE. UU. El ataque cerebral continúa ocupando el quinto lugar entre todas las causas de muerte detrás de las enfermedades cardíacas, el cáncer, la COVID-19 y las lesiones/accidentes no intencionales. La COVID-19 apareció en la lista de las principales causas de muerte por primera vez en 2020, el año más reciente para el cual existen estadísticas finales disponibles en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC) de EE. UU.

Como es de esperar, la actualización de estadísticas de este año incluye muchas referencias a la COVID-19 y su impacto en las enfermedades cardiovasculares. Se incorporan puntos de datos y hallazgos de las investigaciones científicas en la mayoría de los capítulos del documento, incluidos los relacionados con los factores de riesgo de enfermedades cardíacas y ataque cerebral, como la obesidad, la diabetes y la presión arterial alta, que también aumentan el riesgo de las personas de padecer COVID-19. Muchos de los estudios señalados identifican disparidades específicas de género, raza y etnia.

Sin embargo, las disparidades no solo se dan entre la edad, el sexo y los grupos raciales/étnicos, según un comentario especial escrito por miembros del comité de redacción de la Actualización de estadísticas. Si bien la Actualización de estadísticas ha incluido diversos determinantes sociales de los datos de salud en su informe, el comentario señaló que aún faltan datos de otras poblaciones subrepresentadas, como las personas LGBTQ y quienes viven en áreas rurales versus urbanas de los EE. UU. Los autores del comentario plantean la falta de investigación científica y datos acumulados sobre los impactos de la identidad social y los determinantes sociales.

“Sabemos que, para abordar la discriminación y las disparidades que afectan la salud, debemos reconocer y comprender mejor las experiencias únicas de las personas y las poblaciones. El grupo de redacción de este año hizo un esfuerzo conjunto para recopilar información sobre factores sociales específicos relacionados con los riesgos y resultados de salud, incluida la orientación sexual, la identidad de género, la urbanización y la posición socioeconómica”, comentó Tsao. “Sin embargo, faltan datos, porque estas comunidades están sumamente subrepresentadas en la investigación clínica y epidemiológica. Tenemos la esperanza de que este vacío en las publicaciones se llene en los próximos años, ya que será fundamental para alcanzar el objetivo de la American Heart Association de lograr la equidad en la salud cardiovascular para todos en los EE. UU. y a nivel mundial”.

Datos mundiales

Las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte a nivel mundial, cobrándose la vida de más de 19 millones de personas en todo el mundo cada año, incluidas personas de todas las edades, géneros y nacionalidades. Sin embargo, los factores de riesgo que conducen a enfermedades cardíacas y ataques cerebrales continúan afectando de manera desproporcionada a ciertas poblaciones en los EE. UU. y en todo el mundo.

Las tablas complementarias de la actualización de estadísticas de este año analizan la tendencia general de las muertes relacionadas con ECV a nivel mundial y regional, y también brindan el número y la proporción de muertes causadas por diversos diagnósticos cardiovasculares. Además, en las tablas complementarias se comparan las muertes por todas las causas y las muertes relacionadas con ECV atribuibles a distintos factores de riesgo, así como los años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) estandarizados por edad en diversos países y regiones. Aspectos de especial interés:

  • A nivel mundial, la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular isquémico son las dos causas principales de muerte relacionadas con ECV y representan el 16.2 % y el 11.6 % de todas las causas de muerte, respectivamente. Estas tasas han aumentado a nivel mundial durante la última década en todas las regiones, excepto en dos: América del Norte y Europa/Asia Central. Conviene observar que enfermedad cardíaca isquémica es el término utilizado en las fuentes de datos mundiales y también se conoce como enfermedad coronaria.
  • En 1990, la enfermedad cardíaca isquémica representó el 28.2 % de todas las muertes en América del Norte, cayendo al 18.7 % de todas las muertes en 2019. El ataque cerebral se redujo del 7.3 % de todas las muertes en América del Norte en 1990 al 6.4 % de todas las muertes en 2019.
  • En la región de Europa y Asia Central, la enfermedad cardíaca isquémica se redujo del 27.2 % de todas las causas de muerte en 1990 al 24.4 % en 2019, mientras que el ataque cerebral representó el 15.1 % de todas las causas de muerte en 1990 y se redujo al 12.5 % en 2019.
  • La región de Asia Oriental y el Pacífico es la única región en la que el ataque cerebral representa la proporción más alta de muertes relacionadas con ECV, donde la proporción de muertes aumentó del 14.8 % en 1990 al 18.3 % en 2019. Durante este mismo período, la proporción de muertes causadas por enfermedad cardíaca isquémica casi se duplicó, del 8.1 % al 15.6 %.
  • La región de África subsahariana registró la proporción más baja de muertes relacionadas con ECV como porcentaje de todas las causas de muerte. El ataque cerebral fue la principal causa de muerte relacionada con ECV en la región de África subsahariana en 1990, representando el 3.6 % de todas las causas, seguido de la enfermedad cardíaca isquémica (3.1 %). En 2019, la enfermedad cardíaca isquémica y el accidente cerebrovascular isquémico representaron el 5.4 % del total de muertes.

“Mientras EE. UU. se prepara para celebrar el 60.° Mes del Corazón anual en febrero de 2023, es fundamental que reconozcamos y dupliquemos el progreso que hemos logrado para salvar vidas en casi un siglo de investigación, defensa y educación, mientras identificamos y eliminamos las barreras que aún ponen a ciertas personas en un riesgo desproporcionadamente mayor de sufrir enfermedades cardiovasculares”, afirmó Albert. “El seguimiento de estas tendencias es una de las razones por las que la American Heart Association publica anualmente esta actualización de estadísticas definitiva, que proporciona un recurso integral de los datos más actuales, los hallazgos científicos relevantes y la evaluación del impacto de las enfermedades cardiovasculares a nivel nacional y mundial”.

La actualización anual representa una compilación de las estadísticas más recientes y relevantes sobre enfermedades cardíacas, ataques cerebrales y factores de riesgo que afectan la salud cardiovascular. Realiza un seguimiento de las tendencias relacionadas con la salud cardiovascular ideal, los determinantes sociales de la salud, la salud cardiovascular global, la genética en relación con la salud cardiovascular y los costos de los cuidados de salud. Tsao destacó la importancia de esta vigilancia como un recurso fundamental para el público en general, los legisladores, los profesionales de los medios, los profesionales de la salud, los administradores de cuidados de salud, los investigadores, los defensores de la salud y otras personas que buscan los mejores datos disponibles sobre estos factores y afecciones.

Esta actualización de estadísticas fue preparada por un grupo de redacción voluntario en nombre del Comité de Estadísticas del Consejo de Epidemiología y Prevención y del Subcomité de Estadísticas de Ataques Cerebrales de la American Heart Association.

Los nombres de los autores adicionales y sus datos públicos se encuentran en el artículo.

La Asociación recibe financiación de personas particulares principalmente. Algunas fundaciones y empresas (incluidas compañías farmacéuticas y fabricantes de dispositivos, entre otras) también realizan donaciones y financian eventos o programas específicos de la Asociación. La Asociación tiene políticas estrictas para evitar que estas relaciones influyan en el contenido científico.  Los ingresos de las compañías farmacéuticas y de biotecnología, los fabricantes de dispositivos y los proveedores de seguros de salud y la información financiera general de la Asociación están disponibles aquí.

Recursos adicionales:

Acerca de la American Heart Association

La American Heart Association es una fuerza incansable cuyo objetivo es prolongar la vida y la salud de todos. Estamos dedicados a garantizar la equidad en la salud en todas las comunidades. Mediante la colaboración con numerosas organizaciones y con el apoyo de millones de voluntarios, financiamos investigaciones innovadoras, apoyamos la salud pública y compartimos recursos que salvan vidas. La organización con sede en Dallas ha sido una fuente de información sobre salud líder durante casi un siglo. Comuníquese con nosotros a través de heart.org, Facebook, Twitter o llamándonos al 1-800-AHA-USA1.

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Para consultas de los medios de comunicación: 214-706-1173

Cathy Lewis: cathy.lewis@heart.org; 214-706-1324

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heart.org y stroke.org

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2023-01-28T16:55:14+08:00 January 28th, 2023|Categories: Cardiovascular|0 Comments

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